Con frecuencia las personas pueden tener miedo de vacunar a sus hijos por el frió. El frió no debería ejercer ningún efecto en la protección de la vacuna. De hecho, precisamente en épocas de frió, es cuando muchas de las infecciones respiratorias aumentan y se hace aún más importante su protección. Infecciones como las causadas por el virus influenza (el virus de la gripe) pueden ser prevenidas o aplacadas en su intensidad gracias a la protección de las vacunas. Consulte con su pediatra el mejor momento para aplicar esta vacuna y si su niño/niña puede recibirla. Con respecto al resto de las vacunas, muchas de estas también ofrecen protección contra otras infecciones como Pneumococo y Haemophilus Influenza, ambas bacterias que pueden causar Neumonía. Es por ello, que, en el invierno, cuando las infecciones respiratorias aumentan, estar al día en las vacunas es fundamental. Lamentablemente, la gran mayoría de virus cambia y muta constantemente, haciendo imposible que exista una vacuna para cada tipo de virus. A pesar de estar correctamente vacunados, los niños aún se pueden enfermar de estas mismas infecciones y siempre es bueno mantenerse en contacto con su médico. Algunas vacunas tienen efectos adversos. Es importante mencionar que el autismo no es uno de ellos. Sin embargo, si se puede observar fiebre, malestar general y en el caso de la vacuna de rotavirus vómitos y escasa diarrea. Si alguno de estos dura más de 24-48 horas, es posible que la causa no sea la vacuna, no dude en consultar con su médico.

¡Muchas gracias Dr. Kenn! <3<3