Las emociones de los niños en esta cuarenta

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Hoy se cumplen 43 días desde que debido al COVID-19, grandes y pequeños estamos sin salir de casa, lejos de nuestra rutina diaria, nuestra familia, nuestros amigos y viviendo nuestro día a día, por más de un mes, en un único espacio, en donde todos hemos tenido que aprender a llevar esta situación de la mejor manera.

A todo esto se le suma, la suspensión del año presencial escolar, las reducciones de sueldo, la incertidumbre de perder o no nuestros trabajos y muchos más factores que nos conllevan a vivir diariamente en un ida y vuelta de emociones constantes.

Es por todo esto y pensando también en la estabilidad emocional de nuestros niños, que hace unos días conversamos con Patricia Espinosa, Psicóloga y directora de dos excelentes colegios, para poder comprender un poco más los cambios de actitudes y diferentes reacciones que vienen atravesando nuestros hijos debido a esta cuarentena; así que en en este nuevo post, les comparto un resumen bastante claro de muchos puntos conversados con Patricia, que nos serán de mucha ayuda. No dejes de leerlo. 

LOS NIÑOS Y SUS EMOCIONES

¿Esta cuarentena está afectando emocionalmente a los niños?
La respuesta claramente es que sí, pero no hay que asustarnos por esto, hay que saber comprenderlo. 
Las rutinas de los chicos han cambiado, es innegable que extrañan a sus amigos y a su familia y esto les genera estar más irritables. 
Extrañar, estar molestos, estar tristes, son emociones que ellos deben aprender a gestionarlas; y lo aprenderán, si es que TÚ (el adulto de la familia), lo gestiona; porque un niño, (sobretodo pequeño), no puede expresar fácilmente sus emociones, no es tan consciente de su mundo emocional y tiene que aprender de tu ejemplo a expresar lo que le está pasando.

La cuarentena afectará las emociones de los niños, dependiendo también cómo nosotros sus padres, estamos aprendiendo a manejar la situación que nos está tocando vivir. Si uno tiene un nivel de estrés muy alto, existe la posibilidad de que tu hijo esté también con un nivel de estrés muy alto, si tienes mucho miedo, le transmitirás ese miedo también a tu hijo; entonces, emocionalmente sí pueden haber muchos cambios en su comportamiento, pero principalmente lo que tenemos que ver es como tú (el adulto) lo está afrontando, porque la manera en que tú lo afrontes, será la manera en que tu hijo lo afrontará también; y si tú estás bien, es más probable que él también lo esté. 

Pero... ¿Cómo puedo estar bien si esta situación me genera muchas emociones?
- Primero, sé consciente de qué sientes.
- Sé consciente de lo que te preocupa.
- Conversa del tema con quienes te rodean.
- Date un tiempo para ti solo/a.
- Invierte en ti para estar bien, para poder ayudar así a que tu hijo esté bien también, porque hay que tener claro que seremos nosotros quienes los ayudaremos a poder decodificar sus emociones. 


EDUCA A TU HIJO CON TU HUMANIDAD, CÓMO TÚ ESTÁS.

No te sientas mal de estar molesto/a, de estar preocupado/a, de estar angustiado/a, esto es normal, tú vas a educar a tu hijo en el mundo emocional con tus emociones positivas y/o negativas, porque tus emociones negativas también van a ayudar a tu pequeño a enseñarle cómo es que generas un cambio. 

Si estas muy molesto/a por algo que ha sucedido o estás preocupado/a y tu hijo te ve así, es importante poder decirle lo que sientes: "Estoy preocupado/a", ya que al verte conectado/a con tu emoción, le enseñarás, (sobre todo a los más pequeñitos) a manejar sus emociones de la manera como tú las manejas, de la manera como tú las gestionas; entonces, si estás triste, no pasa nada, con que le digas "Estoy triste" o también "Estoy contenta", tu hijo va a aprender a saber que pudiendo estar en una situación límite eres capaz de aprender a identificar y trabajar la emoción, capaz de buscar los elementos positivos de esta situación que nos está tocando vivir y capaz de poder superar una emoción difícil. 

Es muy importante que como adultos seamos conscientes de identificar lo que sentimos, de conectar con nosotros mismos. Invierte tiempo en ti, en sentirte mejor. 

Si te sientes agobiado/a con un montón de cosas, identifícalo, se consciente de cómo te sientes, date un alto y busca la manera de sobrellevarlo, tu hijo se dará cuenta y reconocerá que tú también te sientes agobiado/a, molesto/a, etc y ten por seguro que se animará a hablar también sobre cómo él se siente. Los niños no te van a hablar de sus emociones si es tú no le hablas de las tuyas. 


NO DESGASTEMOS LA RELACIÓN, MANEJEMOS LAS FRUSTRACIONES.

Si la mamá o papá está frustrado y el niño está frustrado va a haber un choque de frustraciones y ese círculo vicioso se debe romper buscando experiencias positivas; puede ser con un juego que le guste a ambos y que los ayude a dejar de lado la frustración, o buscando momentos que los alimenten de manera positiva y los llene de calma.

Si sientes que no puedes más con tu hijo y sus reacciones, respira; salir de la escena frustrante y volver a entrar más tranquilo/a ayuda mucho. Puedes adelantarles también la hora del baño, el agua calientita relaja un montón y los elementos táctiles y sensoriales ayudan mucho a bajar los niveles de ansiedad y estrés. 

La hora de dormir, de bañarse, de compartir un momento en familia y la hora de la comida, te permiten poder bajar también un poco la irritabilidad de todos los miembros de la familia.

Que tu hijo esté irritable o fastidiado algunos días no es una situación que te tenga que sobre alarmar, todos podemos amanecer y tener un día en el que nos sentimos más vulnerables.

Tener una rutina cuando los niños son pequeños y anticiparte a lo que va a venir, también ayuda mucho y eso permitirá que la ansiedad que padre e hijo podrían estar sintiendo disminuya. Un abrazo también es una gran opción para romper la irritabilidad. 

Si sientes que no puedes manejar tus emociones y las de tu hijo solo/a, ábrete también a la posibilidad de poder recibir ayuda y si te equivocaste, gritaste, perdiste la paciencia; pídele disculpas, esto le enseñará a tu hijo a pedir disculpas también y a saber qué pasa cuando te equivocas. 

Es importante entender, que educamos con lo bueno y con lo malo, pero debemos siempre propiciar a que el clima sea positivo, no tiene que ser perfecto, pero sí debes buscar la posibilidad de generar aprendizajes en todos los miembros de la familia. 

Es válido perder la paciencia, más aún si todos estamos en un mismo ambiente y sin poder salir, pero debes identificarlo, darte una vuelta, tomar un vaso con agua, respirar y volver más tranquilo/a.


MI HIJO SE ENGRIÉ MUCHO

Si los chicos se engríen, quieren estar mucho tiempo a tu lado, quieren que los abraces, los apachurres o sientes que retroceden un poco, no pasa nada, el tema es agarrar fuerzas para volver a comenzar.

Es normal que todos ahorita nos sintamos ansiosos y esta ansiedad lo que genera es un poquito de dependencia; así que los abrazos, el meterse a la cama, acurrucarse y estar todos juntos, ayudará a bajar los niveles de ansiedad para volver a empezar. Ten en cuenta que retroceder para avanzar es básico.


NIÑOS ANSIOSOS

Si tienes un niño muy ansioso, es totalmente válido que con todo lo que estamos viviendo su ansiedad aumente notablemente, si ese es tu caso, ten en cuenta estas recomendaciones:

- Anticípales lo que va a pasar y hazlo con calma. Háblaselo y si es un niño pequeño, gráficaselo.
- Organízate y establece una rutina, eso los va a ayudar mucho.
- La estimulación táctil y sensorial calma los umbrales de ansiedad: dales un baño largo, masajéalos al momento de secarlos, permíteles jugar con  diferentes texturas, con plastilina, etc.
- Cuida su sueño, un niños ansioso que duerme mal, va a estar más ansioso e irritable al día siguiente, por eso es importante que duerman bien. 
- Realiza juegos con movimiento, eso también los ayudará muchísimo. 
- Si el niño se come las uñas o realiza algún comportamiento puntual generado por su ansiedad, busca distraerlo con otras cosas que le gusten y capten su atención, pero que sean actividades que pueda poner en marcha.
- Los programas de televisión con mucha acción eleva la ansiedad en los niños, evitarlos es lo mejor. 

MI HIJO RENIEGA, LLORA, SE MOLESTA POR TODO.

Pídele que te cuente que le está pasando con sus palabras, ayúdalo a reconocer lo que siente, si no quiere hablar contigo, dale su espacio, eso también lo ayudará a identificar poco a poco sus emociones, pero siempre hazle saber, que cuando quiera o necesite hablar, estarás ahí para escucharlo. 

¿No llegaste a ver el conversatorio con Patricia Espinosa? Puedes verlo completo dando click AQUÍ

Y también te dejo este libro, que es increíble para trabajar en los niños el reconocimiento y manejo de sus emociones, dale click AQUÍ para leerlo. 

RECUÉRDALO: Tú vas a educar con tu ser, con tu paciencia, con tu impaciencia, con tu buen humor, con tu mal humor pero sobre todo con tu esfuerzo de querer ser un mejor padre. No pasa nada si tu hijo te ve frágil, vulnerable o queriendo ser mejor, así le enseñarás a poder querer ser mejor también. 

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